Estamos en continua investigación culinaria pues el consumo de pistacho no está muy ligado a nuestra cultura gastronómica, pero, combina muy bien con lácteos, fruta y alimentos grasos. Échale un ojo a nuestras redes sociales @cremacuadrado que estamos dándole caña de continuo tanto en recetas dulces como saladas.

Te animamos a qué lo hagas, y nos cuentes cómo te ha quedado. Nosotros la hemos liado mil veces hasta llegar a este resultado. Para llegar a lo que hacemos hoy seguimos el siguiente proceso: 

1. Tostado ligero. No te vamos a decir cuánto…pero no comprometemos el color.
2. Repelado. No lo cáscara, sino la piel, vamos que se queda verde antes de procesarlo.
3. Molido en piedra. Como buenos Manchegos había que usar un molino de piedra.

Y que salga bien sin aceites añadidos! ¡Sino es trampa!

Como no podía ser de otro modo, nuestros pistachos son 100% de origen nacional, el pistacho se produce también en otros países, pero este proyecto ha nacido con la idea de dar valor a lo que crece en nuestra tierra.

Según nuestra estimación te la vas a acabar en una semana, pero si lo que quieres es conservarla hasta que llegue esa visita especial es preferible consumirla antes de los 2 años después de la producción, está escrito en la etiqueta. 

Hemos hecho pruebas organolépticas con tarros de casi 2 años de edad, y la textura, color y sabor eran aún como el primer día! Eso sí, había que darle un buen meneo y conservarla en un lugar fresco y seco, no es necesario el frigorífico. Si el aceite se separa, es una reacción perfectamente natural, porque no añadimos emulsionantes, basta mezclar bien antes de su consumo y que el aceite del pistacho vuelva a integrarse en su totalidad.

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